El jardín Zen

La meditación ya no es una práctica exclusiva de las personas con inquietudes espirituales, desde que numerosas investigaciones científicas por parte de profesionales de la salud y de la psicología, han demostrado que es muy beneficiosa para el cerebro y el organismo en general.
 
 
Si meditas regularmente lo habrás experimentado y gozarás de mayor resistencia al stress y una mayor serenidad a la hora de resolver problemas.
 
 
Está demostrado que meditar en un entorno natural, favorece potencialmente sus efectos, así que puede ser una buena opción diseñar un jardín zen , un espacio en tu jardín para la meditación, un rincón especial en que el que poder disfrutar de un entorno de tranquilidad y encontrarte contigo mismo.

Jardín Zen. Foto Pinterest
 
Si te animas a concederte ese regalo, ten en cuenta los siguientes factores:
 


1. Escoge el lugar más tranquilo y reservado de tu jardín.
 
 
2.. En la medida de lo posible, crea un espacio íntimo alejado de miradas y de ruidos, para ello puedes plantar setos alrededor, o usa elementos decorativos que consigan ese efecto, ya sea con muebles de jardín o algún tipo de ornamento como estatuas, maceteros, etc.
 
 
3. Rodéate de objetos que te produzcan paz y relajación, según tus inclinaciones espirituales puedes hacer un pequeño altar integrado en la naturaleza.
 
 
Son muchas las posibilidades que dependerán de tus gustos y de tus inclinaciones espirituales. Una de ellas es el jardín Zen
 
 
El jardín Zen se originó en Japón durante el periodo Muromachi por los monjes zen como objeto de contemplación en la meditación.
 
 
Su elaboración es sencilla y sus elementos fáciles de adquirir. Y una ventaja es que su dimensión no es un factor a tener en cuenta por lo que puedes adaptarlo al espacio disponible y a tus gustos personales.
 
 
Necesitarás disponer una estructura de piedra o madera donde colocar arena que simboliza la capacidad de eliminar las emociones negativas y los pensamientos negativos, algo imprescindible si deseas alcanzar un estado de serenidad. Durante la meditación puedes trazar dibujos con un rastrillo para concentrarte en los diferentes caminos que se presentan en tu vida lo cual te ayudará a conectar con tu intuición para elegir la mejor alternativa. También lo puedes usar mientras te concentras en la visualización de tus deseos.
 
 
Otro elemento son las piedras que puedes elegir de diferentes tamaños y formas, como símbolo de los obstáculos a los que la vida te enfrenta.
 
 
Las conchas o caracolas marinas simbolizan la paz del mar en calma, su contemplación favorecerá la serenidad emocional por su correspondencia con el elemento agua.
 
 
Las velas, representan el sendero a seguir y la iluminación.
 
 
Como habrás comprobado el jardín Zen, además de ser una excelente ayuda en la meditación, es algo dinámico ya que puedes cambiar la disposición de sus elementos y el trazado de la arena. Y también puede ser muy decorativo.
 
Jardín Zen. Foto Pinterest

 
Jardín Zen. Foto Pinterest

 
 
¡Qué disfrutes de tu jardín Zen!
Michelle de Chardin.
 

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